Con el Método Filadelfia es posible que el
niño comprenda y se exprese con un vocabulario acorde con sus propias
experiencias y que pueda reconocer numerosas palabras escritas. El vocabulario
oral se irá ampliando conforme los estímulos de su entorno lo permitan. Lo
mismo sucederá con el vocabulario lector.
Los niños pueden entender y hablar la
lengua materna gracias a su capacidad cerebral y a que reciben los estímulos
auditivos con duración, intensidad y frecuencia adecuadas para desarrollar su
habilidad. Estos estímulos se les presentan de manera significativa,
contextualizada, no fragmentada. El niño interactúa con su ambiente por medio
del lenguaje oral. Los adultos a su alrededor le hablan en palabras y frases
completas que expresan ideas precisas ligadas con su experiencia.
El problema con el método global para el
aprendizaje de la lectura es que requiere atención más individualizada. Por
otro lado, el método fonético para la adquisición de la lectura, prácticamente
garantiza que el niño aprenderá a leer, aun cuando el resultado es una lectura
mecánica y lenta. Éste es el método utilizado en la mayoría de las escuelas,
pero a largo plazo, resulta ineficiente dada la gran cantidad de personas que
leen sin comprensión.
¿Como aplicarlo?
El programa de lectura temprana comienza
desde que los niños llegan al nivel preescolar, a los tres años. Pero en lugar
de presentarles el abecedario como base para la enseñanza, se trabaja con
palabras completas, organizadas en categorías semánticas -no fonéticas- esto
es, relacionadas entre sí por su significado y campo semántico, no por su
sonido. El abecedario, por supuesto, vendrá, pero más tarde, cuando trabajamos
la escritura.
Técnica para desarrollar
la escritura temprana:
Este paso consiste en utilizar letras recortables para armar las palabras que el niño ya conoce, sin necesidad de hacer un esfuerzo manual para su trazo. Es el primer paso de la escritura propiamente dicha, pues ya implica una labor intelectual para formar una palabra. Se le presenta a los alumnos las pequeñas partes que conforman la palabra por primera vez. El alumno debe tratar de armar la palabra conocida como si fuera un rompecabezas, basándose en el modelo escrito. Esta fase tiene en realidad dos momentos: cuando el niño puede armar la palabra en presencia del modelo y cuando puede armarla de manera independiente. Si bien pueden mencionarse al niño los nombres o sonidos de esas nuevas partes que está conociendo, por ejemplo las letras y sílabas, no se hace énfasis en ello.
Éstos son en realidad dos pasos en uno. Se presentan las actividades de remarcado con las palabras impresas en tinta más clara, para permitirle al niño apropiarse de la “autoría” de la palabra. Éste es el primer momento en que se aborda la parte manual de la escritura. El niño utiliza las palabras que conoce de su programa de lectura y las escribe completas, no realiza planas de la misma letra. Esta fase tiene varios momentos: a) El remarcado de palabras, que consiste en reescribir sobre éstas. b) El seguimiento de modelos de palabras utilizando la pauta. c) El calcado de palabras, para lo cual, de vez en cuando, podría utilizar papel adicional, con la suficiente transparencia para permitir al niño observar el modelo, pero lo suficientemente firme para permitir un trazo fluido.
![]() |
Blog dedicado a proporcionar información relevante de algunos métodos para la enseñanza de la lecto escritura.
¡Un niño que lee, será un adulto que piensa!
Método Filadelfia
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario